sábado, 13 de octubre de 2007

¿Qué diablos o conejos es esto? ¿Se mueve como quien va muy apurado o se tambalea como un ebrio haciendo equilibrio? ¿Será que cuando alimento este juego con sangre y madera, con horas y rones, con cansancio y maldiciones, entonces algo simula moverse para darme consuelo? Pero, ¿se mueve o se aquieta? Y si se mueve, ¿sobre qué cristos o trompos lo hace? ¿Se mueve a los saltos como si esquivara navajazos o simplemente se desliza sobre el gargajo del tiempo? ¿Navega o se hunde? ¿Gira o se retuerce? ¿Se arrastra o camina? ¿Qué dioses o tuercas es esto?

Enrique Symns - "Invitación al abismo"